¿Por dónde comenzar? Bueno, en realidad creo que no me va a resultar demasiado difícil... siendo claro, tengo la opinión de que esta película es un BODRIO con mayúsculas, un auténtico disparate sin sentido, con un guión bochornoso, y una puesta en escena para tratar de asustar al espectador que resulta oportunista y cochambrosa. ¡Ale! Ya me he quedado desahogado…jeje. Si sumamos todo eso, ¿qué nos queda? Pues ni más ni menos, que una típica y simplona película de terror, que no le hace sombra ni a la sesión de "Cine de barrio" del Parada.
Con una, por su excelente guión, por su intriga, y por la soberbia actuación de Luis Tosar. Y con la otra, por lo bien realizada que está, por lo divertida que resulta, y por lo novedoso de su argumento. Estoy hablando de “Celda 211” y de “Lluvia de albóndigas 3D” respectivamente.
¡Hasta pronto!
Hace mucho tiempo (bueno, no tanto) en nuestra propia galaxia, había un hombre que se atrevía, en su etapa más prolífica (70´s – 90´s) a parodiar cualquier éxito comercial cinematográfico de la época. Estamos hablando de Mel Brooks, director de la película que hoy nos ocupa, y de otras parodias de éxito, como la mítica “El jovencito Frankenstein” o la no tan exitosa, “Las locas, locas aventuras de Robin Hood”.
Tengo que confesar que he disfrutado mucho con esta película de animación. Lo cierto es que hasta hace poco no había oído hablar de ella, y por ello se puede decir que la descubrí de un modo totalmente casual.
“Misery”, es una película muy interesante. Para los pocos que no la conozcan, hay que comentar que se trata de la adaptación al cine, de una de las novelas del escritor Stephen King, que fue publicada con el mismo nombre en el año 1987, tres años antes de que se llevara al cine la adaptación de la que hoy estamos hablando.
Genial y brutal. Esos son los dos adjetivos con los que describiría esta miniserie de cinco capítulos. Se trata de la primera serie de terror para televisión que aborda el género zombie, y lo cierto es que lo hace de forma sublime.
Este producto cuenta con una estética visual muy cuidada, recordando a otras grandes series actuales, por ejemplo se hace un uso continuado de la cámara en mano, un poco al estilo de otra serie, también genial, como es “24”. Esto le otorga además de un mayor realismo, una mayor capacidad de crear tensión, creo que es una decisión muy acertada.
Una película realmente interesante, que representa los hechos reales sucedidos en 1971, cuando el investigador Philip Zimbardo, de la Universidad de Standford, realizó el experimento bautizado como “El experimento de la cárcel de Stanford”.
De cualquier modo, sea uno o no creyente, considero que se debe recapacitar un poco al escuchar cosas como las que se narran en el documental, y por supuesto no estoy hablando de una cuestión de fe, sino de la gestión que históricamente ha realizado la iglesia católica (como representantes terrenales) en la transmisión de los preceptos que se supone que Dios trata de hacer llegar a sus fieles, y en la conducta de algunos de sus clérigos.
Creo que si la iglesia quiere recuperar parte de la credibilidad perdida, debería olvidarse de cualquier trato de favor, de ocultismos, y tratar a sus sacerdotes del mismo modo que cualquier otro ser humano que haya realizado un delito sexual: como criminales.
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