The oblong box (1969)

La película que hoy nos ocupa está basada en un relato corto del escritor Edgar Allan Poe, si bien las únicas particularidades que este film comparte con el texto original son el título y la presencia en ambas de un elemento común, trascendental para el desarrollo de la trama: una caja oblonga o ataúd.

La película cuenta con dos de los actores más carismáticos dentro del género de terror, como son Vincent Price y Christopher Lee, nuestro apreciado Saruman de “El señor de los anillos” o el no menos querido Conde Dooku en una de las últimas entregas de “Star Wars”.

La película se ambienta en la Inglaterra de 1865. La recreación de ambientes, así como el vestuario de los personajes de la época son dos aspectos que están bien tratados.

El argumento resulta interesante. La película comienza con dos personajes recién capturados por una tribu africana, uno de ellos está siendo sometido a una enigmática ceremonia, un extraño ritual presidido por el que parece ser el chamán o brujo de la tribu.


Es posteriormente a este suceso, cuando el film nos traslada hasta Inglaterra, donde comenzamos a conocer detalles sobre esos dos personajes, que resultan ser hermanos. Pertenecen a una noble familia y son poseedores de varias plantaciones en África, motivo por el que se habían desplazado hasta allí.

Resulta, que a uno de ellos, durante el citado ritual, se le practicó algún tipo de magia negra que le causó graves desfiguraciones físicas en el rostro. Debido a ello se volvió un ser agresivo y con problemas mentales, motivo por el cual su hermano lo mantiene ahora encerrado en una de las habitaciones de la mansión donde ambos habitan.


La cosa se pone interesante cuando el hermano desfigurado, cansado del asilamiento al que le tienen sometido y lleno de rencor trama un plan para escapar de la casa y buscar respuestas a lo que le sucedió en África.

El film no es ni mucho menos una producción memorable, sino más bien una película mediocre, mereciendo (en mi opinión) tenuemente y tan solo en algunos momentos la calificación de buena. Considero que la primera parte está bastante lograda, y por ello consigue generar en el espectador el interés necesario para afrontar el desarrollo posterior de la misma.


En esta primera parte, el grado de suspense que se consigue crear es realmente elevado, ya que la presentación inicial de la trama presenta numerosas incógnitas. Una de las más recurrentes es la que se refiere al rostro del hermano desfigurado, que se oculta en todo momento, y es tan solo mostrado durante el desenlace del film.


Para mi resulta interesante el uso de la cámara subjetiva (que muestra lo que se supone que ve el personaje), utilizado en la mencionada primera parte cuando aparece el hermano deformado, con esta técnica solventan bien la intencionada ocultación del rostro de dicho personaje.

Resumiendo, una película que se deja ver, con una buena primera parte y otra segunda que decae lentamente debido a las excesivas concesiones de su guión.


Nota final: La sangre de las muertes podría estar un poco más trabajada, canta demasiado...

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