Diario de un cinéfilo rebelde

Un breve pero muy interesante documental producido por la BBC, que relata mediante diversos informes y testimonios algunos de los casos de pedofilia y violación cometidos por sacerdotes, bajo el encubrimiento de la iglesia católica.

La verdad es que este documental de tan sólo 40 minutos de duración, concentra una gran cantidad de declaraciones que resultan cuanto menos inquietantes. Especialmente la confesión de un sacerdote irlandés que durante su juicio en los tribunales, llega incluso a detallar las técnicas que utilizaba para acercarse a los menores.

Abiertamente os puedo decir que yo no soy creyente, tampoco ateo, sino que me mas bien me podría considerar agnóstico, (por darle un nombre a mis pensamientos), ya que simplemente la religión es algo que no considero relevante en mi vida, creo que no es la explicación a nuestra existencia, aunque respeto a todos aquellos que así lo consideran, siempre que no traten de imponer sus creencias a los demás.

De cualquier modo, sea uno o no creyente, considero que se debe recapacitar un poco al escuchar cosas como las que se narran en el documental, y por supuesto no estoy hablando de una cuestión de fe, sino de la gestión que históricamente ha realizado la iglesia católica (como representantes terrenales) en la transmisión de los preceptos que se supone que Dios trata de hacer llegar a sus fieles, y en la conducta de algunos de sus clérigos.

Y esa (en mi opinión) mala gestión, continua prolongándose en la actualidad. Me parece indignante el escuchar en el documental datos tan ofensivos como que 4500 sacerdotes norteamericanos han sido acusados por agresiones sexuales de diversa índole, ó (ATENCIÓN AL DATO) que tan sólo en el año 1996, El Vaticano contaba con un presupuesto de 5 MILLONES Y MEDIO DE EUROS, para comprar el silencio de las víctimas de estos actos.

En fin, saquen sus propias conclusiones, pero desde luego de mi bolsillo no va a salir ni un céntimo para las arcas de esa iglesia corrupta y farandulera, que es en lo que creo que se ha convertido en su mayoría.

Otro dato que llama la atención es la existencia del llamado “delito de solicitación”, un decreto redactado por la iglesia, el cual se supone que sirve para castigar a los sacerdotes que cometen actos impuros de carácter sexual, pero que en la realidad parece ser que para lo único que sirve es para encubrir al criminal y castigar aún más a la víctima.

Y lo mejor de todo es que durante los últimos años, el encargado de velar por el cumplimiento de este decreto, ha sido ni más ni menos que Joseph Ratzinger, el actual papa, rebautizado como Benedicto XVI.

Creo que si la iglesia quiere recuperar parte de la credibilidad perdida, debería olvidarse de cualquier trato de favor, de ocultismos, y tratar a sus sacerdotes del mismo modo que cualquier otro ser humano que haya realizado un delito sexual: como criminales.

¿O es que acaso no es lo mismo un violador sacerdote, que un violador electricista, ó un violador ministro, ó un violador pensionista? ¿Acaso esa violación está mejor vista ante los ojos de Dios?

Un documental que merece ser dado a conocer. En el siguiente link lo podéis ver.