El experimento (2001)

Una película realmente interesante, que representa los hechos reales sucedidos en 1971, cuando el investigador Philip Zimbardo, de la Universidad de Standford, realizó el experimento bautizado como “El experimento de la cárcel de Stanford”.

En dicho experimento, se buscó a una serie de voluntarios, que a cambio de una remuneración económica, se adentrarían en una prisión ficticia durante dos semanas, dividiéndose en dos grupos, para ejercer los roles de presos y guardias.

Supuestamente el experimento, que fue financiado por el ejército norteamericano, trataba de indagar en la actitud que adoptarían los sujetos sometidos a estudio, tanto los prisioneros sometidos a la presión de los guardias, como la capacidad de estos últimos para mantener el orden sin la posibilidad de ejercer ningún tipo de violencia.

La película, tras haber leído información acerca del experimento original, creo que representa perfectamente los sucesos que se originaron en la prisión, lógicamente tomándose algunas licencias cinematográficas para otorgar un mayor interés al relato, como por ejemplo el presentar a uno de los voluntarios, como un periodista infiltrado en busca de una gran exclusiva.

Desde mi punto de vista, y remitiéndome al experimento real, creo que más que buscarle un valor científico, habría que otorgarle un origen basado en la morbosidad, la cual el ser humano posee en abundancia.

No hace falta ser un genio para darse cuenta de que un grupo de personas, sin preparación profesional ni psicológica, no están preparadas para realizar el citado experimento de un modo coherente y razonable.

Del mismo modo me parece absurdo, el que la máxima de los guardias fuera hacer cumplir las normas SIN RECURRIR A LA VIOLENCIA, pero se les entregan porras a todos. Pensando un poco, solo se me ocurren dos usos para esas porras, o bien los guardias se sodomizan los unos a los otros con ellas, o bien las usan para dar ostias a los presos…

Con esto sólo quiero reforzar mi teoría de que el tal doctor Zimbardo era tan solo un morboso y que ya sabía perfectamente lo que iba a suceder.

Volviendo a la película, esta mantiene el interés en todo momento, creo que está muy bien construida y narrada. El único “pero” en mi opinión, es que presenta una historia de amor paralela, que termina confluyendo con la trama principal.

Esa trama de amor, no me resulta totalmente creíble, y además me parece que no es necesaria para el desarrollo de la historia, no aporta nada estrictamente necesario, o que bien se podría haber resuelto de otro modo, pero ni mucho menos empaña las muchas virtudes de esta MUY RECOMENDABLE PELÍCULA.

Los personajes ofrecen unas actuaciones muy convincentes, ejerciendo cada uno perfectamente su papel dentro de la historia.

Tanto la película, como el experimento que le da nombre, indagan en la moralidad y las características primarias de los seres humanos. Especialmente se hace hincapié en el sentido de autoridad y de poder, y de como categóricamente y de forma irrefutable, los individuos con un mayor poder, hacen abuso del mismo y lo utilizan en su propio beneficio.

La fotografía del film también acompaña muy bien, presentando en su mayoría unos tonos fríos, que resaltan la sensación de deshumanización que se presenta en la prisión.

Recomiendo esta película. Es un ejemplo más de lo repulsiva y abominable que puede llegar a ser la raza humana.

Para el que le interese el tema, en el siguiente link, se describe de forma detallada todo el proceso que se siguió para llevar a cabo “El experimento de la cárcel de Stanford”.

http://www.prisonexp.org/